🌿 El trauma no desaparece al ignorarlo
Muchas veces creemos que para sanar es necesario volver a sumergirse en el dolor del pasado, revivir cada detalle del suceso o quedarnos atrapad@s en él. Pero no es así.
El trauma deja huellas en nuestro cuerpo y en nuestra mente que se manifiestan como síntomas: ansiedad, bloqueos, tensiones, dificultad para confiar, reacciones desproporcionadas… Son esas señales las que nos muestran que algo quedó pendiente. Incluso hay patrones de conducta que, aunque no los detectemos de manera evidente, tienen su origen en el trauma y se expresan como si fueran nuestra natural forma de mirar la realidad.
Mirar el trauma no significa volver al momento en que ocurrió. Significa prestar atención a lo que hoy se expresa en nosotr@s: la incomodidad, la rigidez, el miedo, la tristeza inexplicable. Esas son las puertas de entrada.
Cuando dejamos de luchar contra los síntomas y en cambio los observamos con respeto, descubrimos que detrás de ellos hay partes de nosotr@s que se quedaron congeladas para protegernos. Agradecer esa protección es el primer paso para que la energía retenida pueda liberarse.
El estudio de nuestros patrones de conducta nos permite apreciar cuáles de ellos confluyen en un mismo punto de origen. Así, comenzamos a ver la coherencia entre síntomas y conductas con aquel suceso que no pudimos asumir.
Y al observar esto, comprendemos profundamente que no es necesario saber de qué se trató ese suceso. El verdadero trabajo consiste en liberar las partes de nosotr@s que quedaron relegadas o dormidas, para que al hacerlo nos sintamos más complet@s, más íntegros, más plen@s.
No necesitamos quedarnos atrapad@s en el dolor, sino permitir que la tensión se disuelva a través de la mirada consciente. Y lo que antes era carga se transforma en fuerza vital, disponible para lo nuevo y creativo en nuestra vida.
Hoy en día contamos con muchas técnicas de abordaje del trauma, y el mix adecuado genera resultados sorprendentes en la evolución de la persona, en la liberación de la energía congelada y en su camino hacia la plenitud.
✨ El trauma no es una condena. Es un camino de integración.
Si este tema te resuena o te tienes alguna duda o comentario. Escríbenos te contaremos de que diferentes maneras podemos acompañarte en este proceso de liberación
