Estar en el presente tiene múltiples beneficios, tanto a nivel personal como sistémico. Estos son algunos de los más relevantes:

1. Mayor conexión con la vida

Hellinger enfatizaba que solo en el presente podemos tomar la vida tal como es, sin quedar atrapados en el pasado ni en expectativas del futuro. Estar en el presente permite abrirse a la plenitud y la fuerza vital.

2. Liberación de cargas del pasado

Desde la mirada sistémica, muchos de nuestros bloqueos y dificultades provienen de identificaciones inconscientes con ancestros o eventos pasados. Al estar en el presente, nos desidentificamos de esos patrones y asumimos nuestra propia existencia.

3. Relación más sana con nuestro sistema familiar

Brigitte Champetier de Ribes sostiene que solo desde el presente podemos honrar a nuestros ancestros con aceptación incondicional, sin quedarnos en el sufrimiento ni la reparación. Esto nos permite recibir su legado con fuerza.

4. Acceso al amor adulto y maduro

Muchos consteladores coinciden en que vivir en el presente nos ayuda a salir del amor infantil (donde esperamos que el pasado cambie o que otros nos den lo que no recibimos) para entrar en el amor adulto, donde tomamos la responsabilidad de nuestra vida.

5. Mayor claridad y equilibrio emocional

El presente es el único lugar donde podemos sentirnos realmente libres. Cuando estamos anclados en él, no nos dejamos llevar por el miedo (que pertenece al futuro) ni por la culpa o el resentimiento (que vienen del pasado). Esto nos da mayor paz y estabilidad.

6. Expansión de la conciencia y la presencia

Brigitte Champetier de Ribes menciona que la presencia plena nos permite estar en sintonía con el campo de información y recibir insights profundos sobre nuestra vida y nuestro sistema familiar.

7. Capacidad de tomar decisiones desde la adultez

Estar en el presente evita que reaccionemos desde heridas pasadas. Nos permite actuar con madurez, sin repetir patrones automáticos heredados.

8. Reducción del sufrimiento y mayor bienestar

Muchos consteladores afirman que el sufrimiento surge cuando resistimos la realidad. Al estar en el presente, dejamos de luchar contra lo que es y entramos en un estado de mayor aceptación y fluidez.

9. Mejora en las relaciones interpersonales

Cuando estamos en el presente, vemos a los demás tal como son, sin proyectar en ellos nuestras heridas o expectativas pasadas. Esto fortalece los vínculos y nos permite establecer relaciones más auténticas y equilibradas.

10. Mayor alineación con el destino personal

Solo en el presente podemos sentir nuestra dirección vital y estar disponibles para las oportunidades que la vida nos ofrece. Esto nos ayuda a vivir con mayor sentido y propósito.

En síntesis, la presencia plena es la clave para la sanación, la reconciliación y el acceso a la vida en su totalidad. Desde la perspectiva sistémica, es el punto de partida para cualquier transformación profunda.

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