Somos violentos por naturaleza

La palabra violencia proviene del latín vis que significa fuerza y olentus que significa

abundancia.

De manera que sencillamente la violencia es abundancia de fuerza.

¿Entonces por qué la connotación tan negativa que esta palabra tiene para la mayoría de nosotros?

Nos hemos acostumbrado, quizás por que así lo hemos aprendido, a calificar o catalogar las cosas por sus resultados. Muchas veces nuestro análisis termina allí. Con el tiempo nuestra capacidad de visión de las cosas se ha reducido casi hasta la ceguera de los procesos. Sólo vemos resultados y a esto le añadimos el juicio de bueno o malo , me gusta no me gusta , lo quiero no lo quiero.

Sin embargo son muchas las voces que se alzan pidiendo, implorando , suplicando mas fuerza para…

ante una enfermedad, un accidente, un examen, un nacimiento prematuro, un día mas en el trabajo que no nos gusta.

¿Que es lo que diferencia la violencia como la conocemos de esta fuerza que pedimos para poder seguir?

Hoy quiero compartir contigo la respuesta : No hay diferencia.

La fuerza como tal es la misma energía en uno u otro caso. Sin embargo hay un botón mágico que imprime a esa fuerza una dirección, que es la responsable de eso que llamamos RESULTADOS

Se llama INTENCIÓN.

Cuando en la naturaleza dos animales miden sus fuerzas luchando el resultado es casi siempre el mismo: uno muere. Sin embargo cuando aúnan sus fuerzas y forman una numerosa manada para protegerse de los depredadores, el resultado es otro: la vida perdura.

En ellos entendemos que las intenciones siempre tienen que ver con la vida, puesto que comer, aparearse , cuidar las crías o el territorio siempre busca como fin ultimo la preservación y continuidad de la especie.

En otra ocasión te contaré acerca de una forma de violencia silenciosa que los humanos hemos normalizado en la mayoría de las sociedades occidentales.

Estoy seguro que iluminará tu camino.

Somos violentos por naturaleza puesto que vivimos en una fuerza abundante. Tenemos la capacidad de la intención que dirige esa fuerza hacia donde deseamos. Somos hacedores y responsables de esos resultados.

Es hora de preguntarte

¿Quieres dejar de reaccionar ante el daño que haces y te hacen y ser un transformador de la dirección de la fuerza?

Te invito a ser consciente de la intención que tienen tus acciones y usar su poder.

Si muchas veces te sientes agotad@, a punto de bajar los brazos: preguntate: ¿Hacia dónde estoy dirigiendo mi fuerza? Busca entre los millones de pensamientos que te acompañan en el día y encontrarás esa respuesta .Aun cuando no entres en acción , cuando solo sean pensamientos, la energía se dirige allí donde tu pones la intención.

Este es mi regalo de Navidad , augurando que desde el siguiente segundo , nazcan miles de millones de expertos en el uso de la intención.

Feliz Navidad!

 

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