Una simple frase

Hace muchos años cuando aún no vivía en el viejo continente, me vi fascinado por una historia plasmada en un libro. Entre las miles de palabras que contenía la historia hay unas que se me grabaron a fuego.

No puedo negar que mis años de universidad inmerso en la bioquímica modificaron mi forma de ver la realidad, pero de alguna manera estas palabras me daban la sensación de encerrar mucha más información que la que a simple vista se podía extraer.

Solve et coagula le decía el maestro al aprendiz traspasándole de esta forma una de las leyes universales más presente en nuestra realidad, aunque muchas veces no nos demos cuenta.

A lo largo de mi vida estas palabras me han acompañado viniendo a mi mente en forma espontánea, como si de una canción se tratase. En otras ocasiones aparecían sin poder dar una explicación racional a su presencia en ese mar de pensamientos que nos baña día a día A veces en forma pacífica y muchas en forma de tormenta imparable.

Solve et coagula, separación y unión, polarización y fusión

No he encontrado proceso completo que no pase por estos estadios. Incluso en mi vida hay periodos en los que todo parece estar cerca, al alcance de mi mano y casi sin gastar energía tomo todo aquello que me sirve para construir cuenta a cuenta el collar de mi existencia, sin embargo, en otras etapas todo parece estar disperso lejos, inconexo Las piezas no encajan y las ideas no surgen.

Solve et coagula: Afortunadamente la frase siempre surge y me calma como si cuidara de mi bienestar recordándome que todo emula las fases de una onda.  O como si camináramos por una montaña subiendo al principio, llegando a la cima después, descendiendo hasta el pie de la misma y aún más hasta el fondo del valle llegando hasta su punto más profundo Para volver a subir y así sucesivamente.

Hace tiempo que en silencio y con preocupación observo el fenómeno de polarización mundial La fuerza con que se defienden las ideas diametralmente opuestas El resurgir de grandes movimientos en contra de otros La fragmentación constante de países, ideas políticas, comunidades, etc. Digo que lo seguía con preocupación por que entre las frases que también llevo tatuadas en el alma es que toda crisis es proporcional a la resistencia a aceptar algo.

 La ley de compensación siempre está en marcha y por cada movimiento de división se generará un movimiento de unión Quizás en nuestra mente miope y llena de individualismo quisiéramos que esto sea como y cuando nosotros queremos, Pero no es así.  Es como y cuando es el momento exacto

En estos días percibo con gran emoción lo que la crisis del coronavirus está logrando en las personas a nivel mundial.

Desde mis vecinos que salen a cantar y bailar por las tardes, cada uno desde sus casas, liderados por alguien con buenas reservas de alegría como para inspirar al resto. Hasta como la comunicación sincera ha explotado y ahora tiene tanto y tanto sentido un ¿Qué tal? ¿Cómo estás? que te llega por WhatsApp. Y aunque no nos comuniquemos en estos días muchas y muchas personas pasan por nuestra mente generando o reavivando nuestro instinto de cuidar del otro. 

También están en mi corazón aquellos que mueren todos los días, que conjuntamente con los que luchan por sobrevivir y el dolor de sus familias forman una gran ola de energía de transformación. Energía que nos hace reflexionar sobre lo que somos, lo que queremos y lo importante que es no olvidar de verdad el amor entre las personas.

Solve et coagula No podemos parar este proceso que se da desde el principio de los tiempos, pero si podemos disfrutarlo y agradecer a las crisis que vivimos todo lo que nos regalan.

Un abrazo virtual enorme

Te quiero

Gustavo

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