Todo, absolutamente  todo lo que haces, depende de tu forma de relacionarte con los demás. Desde cómo encuentras y gestionas tus amistades, cómo eliges pareja o cómo te vinculas a tus compañeros de trabajo, jefes etc.

Los resultados de esa forma de relacionarte, son los resultados de tu vida día a día, tanto los acontecimientos deseados y buenos para ti, como aquellos que te entristecen, decepcionan  o frenan tu crecimiento.

Nuestra forma de relacionarnos está regida por una serie de reglas que compartes con tu sistema familiar. Independientemente de que estés de acuerdo, hayas decidido ser un ferviente seguidor o no de las mismas.

Estas reglas tiene una función y es el equilibrio y la subsistencia del sistema familiar.

“En ocasión de niño vi una película de submarinos En una escena  la nave debía sumergirse rápidamente como consecuencia de una emergencia militar A uno de los tripulantes le queda atrapado un dedo cuando intentaba cerrar la escotilla superior rápidamente, al no poder sacarlo estaba permitiendo que el agua de mar inundara la nave. Sabiendo que si esta situación persistía en el tiempo todos morirían, el capitán toma la decisión de cortarle el dedo al marinero y así lo hace. El agua dejo de entrar en el submarino y todos pudieron salvar sus vidas.”

La búsqueda de equilibrio de un sistema no siempre significa armonía para todos y a veces tiene consecuencias para alguno de los integrantes, pero es la forma de adaptación que ese grupo humano ha encontrado para perpetuar su subsistencia.

En todos nuestros sistemas familiares hay episodios que han obligado al sistema a adaptarse modificando su patrón de comportamiento, y este comportamiento es seguido por todos los integrantes  hasta tanto el episodio salga a la luz , se reconozca y comprenda.

El pensamiento sistémico junto al legado de los Ordenes del Amor de Bert Hellinger permiten desvelar las dinámicas ocultas que están presentes  tanto en sistemas familiares como en organizaciones y liberarnos de las consecuencias que las mismas provocan, dejando el camino despejado hacia lo nuevo y la concreción de nuestros objetivos y sueños.

Son estos órdenes que aplicados a los sistemas permiten que todo fluya más fácil, para ello  simplemente debemos conocer  y comprender que los comportamientos tenían una función y una vez asimilado esto dejamos de padecer sus consecuencias.