El sufrimiento no es dolor

En ocasiones tengo la imagen de muchas personas transcurriendo por la vida arrastrando pesados grilletes sujetos a sus tobillos, con la mirada absorta en otra dirección.

 

Preguntándose muchas veces por que se les hace tan cuesta arriba el camino? Claro es ciertamente fácil adjudicar la respuesta a conceptos aprendidos, que no nos gustan, pero nos parecen que encajan a la perfección. Sobre todo por que por un tiempo nos conforman y hacen sentir seguros. Es así que en las conversaciones de bar o a la salida de la escuela de nuestros niños, o quizás durante los diez minutos del cigarrillo de rigor en el trabajo, se suelen oír las mimas frases: Mala suerte , Crisis, A todos les pasa… Sino fuera por que los demás… Algo malo habré hecho y un sinnúmero de enunciados parecidos.

Quien nunca las haya dicho puede dejar de leer en este instante

 

Desde pequeños nos han enseñado que debemos alejarnos de aquello que nos provoca dolor

Eso no se toca! Cuidado te vas a caer! No confíes en desconocidos!

Lo cierto es que todo lo han hecho con amor y ciertamente no debemos olvidar agradecerlo.

Pero ahora que somos adultos: es hora de decidir si estas recomendaciones se aplican a todas la situaciones de nuestra vida.

Puesto que sin pensarlo hemos desarrollado el reflejo de alejarnos de aquello que no nos agrada o nos provoca dolor sin discernir ni reflexionar si la situación nos redituara un crecimiento o quizás la liberación de un peso, sin el cual seremos mas felices y creativos.

Como resultado de este mecanismo, que actualmente está normalizado e incluso justificado, vamos acumulando peso con el transcurso de nuestras vida hasta que en algunos casos se hace insostenible y en otros nos acostumbraros al malestar.

Ahora entiendo!!

cuando le dices a una persona Hola como vas? Y contestan TIRANDO!

Sin saberlo hablan del grillete sujeto a sus tobillos!

Estos grilletes adoptan una forma distinta en cada preso:

en algunos inseguridad, stress, adicciones, falta de pareja, relaciones conflictivas.

en otros se pasan al campo físico y se convierten en síntomas, síndromes o enfermedades.

Recuerda que Antoine Lavoisier nos enseñaba ya en 1785 que nada se pierde todo se transforma Por ende todo aquello que acumulas e intentas no ver tarde temprano tomará otra forma para intentar así que por fin lo veas.

El sufrimiento no es dolor Es el resultado de nuestra resistencia a contactarlo, procesarlo y olvidarlo.

Te animo a liberarte poco a poco se de ese peso que te lastra, a convertirte en ese ser creativo, espontáneo y vívido que hay en ti

A conectarte con lo que te hace feliz, sin cargas emocionales que te detengan. A observar como cuando tu brillas tu entorno lo agradece y aprende.

Te deseo el mejor de los caminos

Próximos talleres de Nuevas Constelaciones Familiares

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